«Más o menos yo». Miquel Duran

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MÁS O MENOS YO
Miquel Duran
Editorial Bridge. La Galera, SAU Editorial
Primera edición: noviembre de 2014

«La montaña de Rocacorba tiene novecientos noventa y nueve metros de altura y hay quien dice que, con el bloque de hormigón que le han puesto encima, acaba llegando a los mil. Desde arriba se ve el lago de Banyoles como una balsa de mercurio y, más allá, una explanada que llega al mar. Rocacorba debe su nombre a una roca abisal habitada por una ermita. En las inmediaciones uno esperaría encontrar el esqueleto de un animal incomprensible, pero aún no se ha dado el caso.»

Así comienza «Mas o menos yo», de Miquel Duran.

Poca broma.

Fijaos en la última frase.

Que el lugar nos haga pensar que podríamos encontrar el esqueleto de algún animal incomprensible nos proporciona una imagen tan potente que parece que sentencie su carácter, pero apuntar que aún no se ha dado el caso (es decir, que se podría dar) es como una sacudida salvaje que lo convierte en mágico.

A este efecto, que se repite en todas las páginas de la novela (pero nunca de la misma manera y siempre con una intención diferente), Tina Vallès, en la presentación que se hizo en la librería Calders, lo llamó una «duranada», creo recordar. Yo no sé cómo llamarlo, pero lo que sí sé es que al llegar aquí, de repente, todo salta de dimensión. Y pasa una vez, y otra, y otra.

Y todo esto, Miquel Duran, lo hace con una prosa tremendamente singular y atractiva; dos ambigüedades, sí, porque no conozco adjetivos ni nada que puedan definirla ni por aproximación.

Nunca, hasta ahora, había leído nada parecido. No quiero calificarlo, tampoco se si sabría hacerlo, pero esto que tenemos delante es distinto, es nuevo.

A todas las cosas nuevas les salen imitadores. Aquí también aparecerán, pero no saldrán airosos. Porque que estas imágenes que el autor nos proporciona sólo pueden ser fruto de una mirada muy especial, de una manera de observar las cosas que a mí se me escapa. Y lo digo así, de una forma tan abstracta, porque no se me ocurre como expresarlo de otro modo. Puedo afirmar, eso sí, que esta visión tan particular está plasmada con una claridad asombrosa y con un lenguaje preciso como pocos.

Y cuidado, porque tanta singularidad nos puede hacer perder de vista el resto. Una novela suele ser un relato de ficción que cuenta una historia (o más de una). La que se explica aquí es, en mi opinión, terriblemente inquietante.

Vale la pena prestarle atención.

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