L’agost acostuma a ser un període de molta lectura, però aquest any no sé què ha passat que no he llegit més que en un mes normal (quan dic normal, vull dir laborable). I, a més, sense gaire fortuna. D’allò que he llegit destacaré dos llibres. He decidit incloure les contres de tots dos.
Far tortuga de Peter Matthiessen
Magnífic llibre. Que no us espanti l’estructura del text. Matthiessen, magistral, ens porta a través de la veu dels personatges per mostrar-nos l’entorn natural i humà que els envolta amb una força descomunal. Vuit homes dins un vaixell, sota les ordres del capità Raib Avers (un paio especial), van a caçar tortugues quan la temporada pràcticament s’ha acabat. Tot un viatge.
Què diu la contra:
El capitán Raib Avers y una tripulación compuesta por ocho hombres parten hacia el sureste caribeño a cazar tortugas. Durante el viaje, el temperamento de Avers se revela incluso más oscuro de lo que cuentan las leyendas, y su temeridad pone en peligro la vida de los hombres que viajan a bordo de la goleta. Inédito hasta hoy en español, éste es un clásico de culto moderno cuya publicación en 1975 marcó un antes y un después en la evolución de la novela americana. Peter Matthiessen, activista medioambiental y naturalista, narra la historia de unos hombres en lucha permanente contra el mar, y construye un impresionante retrato de la naturaleza; una elegía a las islas caribeñas y los marineros que pasaron sus vidas navegando en sus aguas
El Nix de Nathan Hill
Al llibre li sobren un munt de pàgines, tot s’ha de dir (en té gairebé 700), i l’autor s’entreté en descripcions i coses que, al meu parer, es podria estalviar. Potser en això es nota que és una primera novel·la, però el balanç és positiu. El ritme, el llenguatge, els personatges i la història estan molt bé. Potser, el final és una mica tou i està resolt per la via fàcil, però el tio se’n surt prou bé. En qualsevol cas, he gaudit d’aquesta lectura.
Què diu la contra (massa llarga, també):
Con una estructura aparentemente caótica, una asombrosa variedad de recursos lingüísticos y un amplio despliegue de técnicas narrativas, Nathan Hill nos conduce por este laberinto mágico de setecientas páginas con seguridad, firmeza y mano maestra hasta su sorprendente final.
Si en las leyendas nórdicas el Nix es un espíritu que se aparece en forma de caballo blanco y roba niños, en esta primera novela de Nathan Hill -cuya publicación provocó un pequeño terremoto en el mundo literario estadounidense, que la recibió con un entusiasmo desbordante- se trata de una presencia intangible e indeleble que simboliza ese momento crucial en el que nuestra existencia descarría y ya no es capaz de recuperar su curso.
Así es como la vida de Samuel Anderson, escritor bloqueado, profesor hastiado en una universidad de segunda categoría y adicto a los videojuegos en internet, ha sido marcada por el Nix. Su madre, Faye, se fue de casa cuando él tenía once años y, después de más de dos décadas, reaparece de la forma más insospechada. Ha cometido un delito absurdo con presuntas motivaciones políticas que acapara los programas de noticias, inflama las redes y enciende las pasiones de unos Estados Unidos divididos ante el caso. Los medios presentan a Faye como una hippie radical con un pasado sórdido; sin embargo, hasta donde sabe Samuel, su madre era una chica normal que se casó con su novio del instituto. ¿Qué versión es la verdadera? A medida que indaga en la historia familiar -y, por ende, de su país-, el foco se traslada desde el Medio Oeste rural en los años sesenta hasta la Nueva York del movimiento Ocupemos Wall Street, regresa a los disturbios de Chicago en 1968 y, finalmente, se desplaza a la Noruega de la Segunda Guerra Mundial.